Profesorado
El profesorado debe ser un sujeto activo en la comunidad educativa. Su labor requiere un fuerte compromiso y voluntad por y para la educación, entendida como una acción transformadora y renovadora. Es necesario disponer de un profesorado reconocido y comprometido que actúe como educadores/as, bien formados y que desarrollen la cultura de la investigación y la innovación educativa, esforzándose por construir entornos de aprendizaje ricos, motivadores y exigentes.
Entre las funciones del profesorado, destaca la realización directa de los procesos sistemáticos de enseñanza aprendizaje, lo cual incluye el diagnóstico, la planificación, la ejecución y la evaluación de los mismos procesos y sus resultados.
Además de las actividades académicas, comprende también las actividades curriculares no lectivas, la orientación académica y profesional, la atención a la diversidad, las actividades formativas de actualización y perfeccionamiento pedagógico; las actividades de planificación y evaluación institucional; otras actividades formativas, culturales y deportivas, contempladas en la Programación General Anual; así como las actividades de dirección, planificación, coordinación, evaluación, administración y programación relacionadas directamente con el proceso educativo.
El profesorado participará también en la toma de decisiones pedagógicas que corresponden al claustro, a los órganos de coordinación docente y a los equipos de profesores y profesoras que impartan clase en el mismo curso, además de participar en el control y gestión de los centros sostenidos con fondos públicos a través del Consejo Escolar.